viernes, 3 de enero de 2014

ANÁLISIS SOCIAL Octubre - Diciembre 2013

E
N EL ORDEN SOCIAL, ponemos en primer orden, estos titulares: “Policía Confirma Coronel Liriano Formaba Parte de Red Sicariatos que Mató Copelín”. “Visitantes a Cementerios están Indignados Actos Vandálicos”“Encuesta Revela 79% de los Envejecientes son Maltratados”.  “La Industria del Sicariato Experimenta Auge en RD”.Seis Personas fueron Asesinadas durante fin  la Semana Pasado”.  “Hasta un 80% del Cáncer de Mama se Cura Previo a la Cirugía”.  “Cardiólogo Advierte Sobre el Uso Abusivo de la Tecnología”.  “Ligia Amada Dice 90% de Docentes Tienen Deficiencias en las Aulas”: “Hija se Mata tras Suicidio de su Madre “Muerte Gastroenterólogo Jordi Brossa Genera Pesar Médicos”(ejerció medicina por 65 años)Aseguran el 10% de Medicinas son Falsas“Dengue Causa 90 Muertes”.  “Violenta Huelga en Cibao Deja Tres Muertos y Siete Heridos”. “Educa Aboga por Traer de Fuera Especialistas para Formar Educadores”. “Cuba Ayudaría a Bajar Embarazos”. “Organizaciones Herrera Abrazan Sueño de Mayor Equidad Social

Los titulares que anteceden, muchos  otros, son reveladores de un estado de deshumanización revelador de un alto nivel de irrespeto por la vida que se traduce,  particularmente, en narcotráfico,  homicidio, maltrato a los indefensos, violencia, crisis de la salud, la educación, y de la identidad nacional.

EL NARCOTRÁFICO, expresa aquí, como en otras ocasiones, que enraíza su poder, principalmente, en la corrupción, la deshonestidad, la complicidad de funcionarios públicos y privados, en la permisibilidad, la impunidad; aunque, también, en la injusticia, la inequidad, y el facilismo que induce a buscar dinero, en abundancia,  por la vía más  fácil y rápida, aún sacrificando lo más valioso que es la dignidad humana.

Ese mismo facilismo es el que induce a no tener resto  ni siquiera por los difuntos, profanando el “campo santo”. De igual modo, la venta de medicina vencidas o la crisis de la medicina, en la que muchas personas  en diferentes áreas están más interesadas en hacer de ella  un negocio lucrativo que en salvar vidas humanas.


LA EDUCACIÓN

Se han hecho publicaciones en el sentido de traer educadores extranjeros para enseñar a profesores dominicanos. Particularmente se ha comunicado la posibilidad de que se eduque para el control de la natalidad.

El control de la natalidad es una concepción malthusiana del siglo XVIII que sostenía el pesimismo que la producción pudiera ser suficiente para alimentar a los seres humanos  dada la tendencia del producto a crecer en progresión aritmética y la población hacerlo en progresión geométrica.

Nadie en su sano juicio aceptaría esa teoría, dada la capacidad tecnológica que caracteriza los tiempos modernos.

El mal está en la primacía que se da al dinero sobre la producción laboriosa y la inequidad en el reparto del producto.

El control de la natalidad, sobre todo cuando incluye el aborto,  es no sólo un comportamiento inhumano, sino también antieconómico, porque quienes nacen ahora tienen una mayor proclividad a la capacitación para la producción, como la posee la generación actual respecto a la época en vivió Robert Malthus.

La educación integral, supone instrucción, experiencia, comportamiento moral, actualización, que, en el uso del método ver-juzgar-actuar, se nos enseño la necesidad de “aprender, desaprender y reaprender”.

Nominalmente, el Ministerio de Educación, tiene la asignatura: “Educación Integral” que, además le agrega: Humana y Religiosa”, que, a mi entender, es una  redundancia, porque la integralidad lo contiene todo. Lo que hace falta es una programación integral, con lo que la educación media exige. 

Lo  que se requiere es que la asignatura esté acompañada del programa contentivo de la metodología y la bibliografía que corresponden a los límites de la educación media.

Se requiere, además,  que el Gobierno ponga en práctica un inventario de los recursos humanos, en este caso, del ámbito educativo, en vez de estar buscando en el extranjero lo que tenemos a nivel nacional, con mayor cualificación.

La educación integral es el mejor antídoto contra todo tipo de violencia, incluyendo el manejo imprudente y temerario de conductores que atentan contra la vida de ellos mismos, de otros choferes y de peatones, que dejan personas inocentes en la orfandad y enlutadas.

La proliferación de armas de fuego, cuya responsabilidad corresponde al Estado también es un instrumento de violencia y causa de muertes.

La educación integral vale para todo tiempo y lugar. En esta época  y aquí´, con mayor urgencia, porque a pesar de una cultura cimentada sobre los valores de la libertad, la verdad, el humanismo cristiano, la democracia, la independencia, la soberanía, siempre nos ha acompañado la práctica de de los antivalores de la opresión, la mentira, el aguaje, la adulación, el fariseísmo, la dictadura,  la injusticia, la inequidad.  

Frecuentemente se habla de los post-grado y los doctores. Comparto con nuestros lectores lo que, basándome en mi experiencia personal, he comunicado en diversas ocasiones: Doy primacía a la biografía sobre el currículo, porque el primero significa lo que realmente se es,  y el segundo,  lo que aparentemente se tiene. En otras palabras, doy primacía al ser sobre el tener.

La biografía, el ser, en educación, representa el saber integral; el currículo,  el listado de los títulos obtenidos y los cargos ocupados, que, no siempre las personas que los poseen son acreedoras  al saber y al digno desempeño de las funciones que han ocupado.

Estoy convencido, que un inventario integral de recursos humanos nacionales, hecho sin sectarismo ni prejuicio, sería un testimonio de que nuestro país posee todo lo que requiere para alcanzar su desarrollo integral. 

Lamentablemente, ese sectarismo y la rivalidad interna,  nos ha hecho sobrepasar los límites de la acogida y apertura, y caer en la adulación de lo extraño y el menosprecio a lo nacional.

Es importante que quienes se inclinan por traer recursos humanos extranjeros, sobre todo en materia educativa, caigan en la cuenta de que la educación es una expresión cultural que requiere no solo el conocimiento sino también el compromiso con los valores de la identidad nacional.

Más aún, no me cansaré de expresar que la educación en valores va más allá de un discurso. Requiere afincarse en sólidos principios,  y que quienes ejerzan la función,  encarnen esos valores para que produzcan resultados abundantes y de calidad.

Insisto: valor es un discurso que expresa la esencia o identidad de cada ser concreto o abstracto; principio es la raíz que norma el comportamiento; virtud,  la  práctica de los valores y principios. 

Los recursos monetarios para la educación, de que tanto se habla, son importantes, pero no determinantes.

La práctica de los valores de la convivencia social debe enraizarse en el hogar, la escuela y los comunicadores, incluyendo maestros y medios masivos.

La Encíclica Centesimus annus, nos comunica, en su número 39,  una rica enseñanza:

“La primera estructura fundamental a favor de la “ecología humana”  es la familia, en cuyo seno el hombre recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien; aprende que quiere decir amar y ser amado, y por consiguiente que quiere decir en concreto ser persona”.

En lo que a los maestros se refiere, el libro Santo Domingo, que resume el IV Encuentro de los Obispos latinoamericanos, celebrado en nuestro país, en octubre de 1992, con motivo de los 500 años del Descubrimiento y la Evangelización del Nuevo Mundo, nos enseña:

Número 263: La educción es la asimilación de la cultura”. 265: “Ningún maestro educa sin saber para qué educa y hacia donde educa. Hay un proyecto de hombre encerrado en todo proyecto educativo; y este proyecto vale o no según construya o destruya al educando”.

En cuanto a los medios de comunicación masivos, y, por supuesto los comunicadores en esos medios, la validez de su trabajo consiste en comunicar, objetivamente, valores.

Es contrario a la ética de la comunicación social, comunicar antivalores en el discurso, imágenes o gestos, con el pretexto de una libertad de prensa, mal entendida. Creo que la libertad sin racionalidad, y mucho más si calumnia y destruye, es animalidad, pues son los animales los que hacen lo quieren sin tomar en cuenta a sus semejantes. Y el Estado como rector del bien común está en el deber de sancionar a quienes irrespeten estos criterios de la sana convivencia social.

La esperanza cierta  que debe animarnos y motivarnos a actuar, es que  por más antivalores que aparezcan, siempre serán males efímeros, porque de las raíces de los valores que forjaron nuestra independencia, a lo largo de nuestra historia, siempre han  brotado,  y siguen brotando, retoños restauradores. Si somos observadores, percibiremos que por dondequiera surgente signos de esperanza. En los titulares de periódicos que presentamos hay numerosos ejemplos, uno de ellos es el último que aparece al final de los indicados en el análisis social, encarnados en “organizaciones de Herrera”.


(Artículo publicado en la edición Octubre - Diciembre de la Revista "Humanismo Integral")

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