domingo, 20 de noviembre de 2011

Editorial Revista FHI Diciembre 2011

NAVIDAD ES AUSTERIDAD
Ignacio Miranda

¿P
or qué Navidad es austeridad?. Porque austeridad es discreción,   mesura, prudencia, moderación, moralidad, sencillez, racionalidad. Es, en definitiva, uso racional de los recursos orientados a satisfacer las necesidades reales, las que elevan la calidad de vida de todas  las personas, mientras se prescinde de las carencias ficticias.

Navidad es la celebración del nacimiento de Jesucristo, eje central de la Historia Universal, puesto que, al   margen toda fe, él   es referente  obligado en la mención de  los hechos relevantes  de los seres humanos del pasado, puesto que para creyente o no, es expresión común AC y DC (antes de Cristo y después de Cristo).

¿Cómo fue el nacimiento de Jesús? En un establo destinado animales, pero con la mayor dignidad humana propia de una familia ejemplar:

Recién embarazada, María, la madre de Jesús, fue a visitar a su anciana prima Isabel, con seis de gestación de Juan, su primo y precursor. Y en ese encuentro, señalado  en el Capítulo I del Evangelio según San Lucas, el discurso  pronunciado  por María,  contiene  dos valores, variables de la austeridad: humildad y severidad.

“…dijo María: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador (…) Su brazo interviene con fuerza, desbarata los planes de los soberbios, derriba del trono a los poderosos y exalta a los humildes (…) a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacío”.

¿Por qué hubo de nacer Jesús en un establo y no en el hogar familiar? Porque entre los valores que animan  a José, que, además, los convertía en principios y virtudes, se destacaban  tolerancia,  laboriosidad, responsabilidad,  patriotismo: al proceder de la Casa de David, y declararse el censo, debió ir a empadronarse a Belén.

II

¡F
eliz Navidad y próspero año nuevo!. Esta frase tan común en labios dominicanos y tarjetas navideñas, pasaría de virtual a real, si se encarnara en los agentes que mueven nuestra sociedad, especialmente los conductores del poder económico, político, social, cultural, y espiritual. La crisis que nos envuelve la convierte en urgente necesidad.

Que los consumidores, que somos toso, usemos nuestros ingresos mediante un presupuesto familiar, con cálculos precisos y detallados, de ingresos, gastos y ahorros, seleccionado los alimentos, vestidos, calzados, vivienda y servicios de educación, salud, recreación, instruidos para adquirirlos combinando los que eleven nuestra calidad de vidas con nuestras posibilidades, sin fijarnos en los posean otros o movidos por publicidad  subjetiva o inclinaciones al juego de azar u otros vicios que disminuyen nuestra dignidad.

Que los empresarios, y todos los empleadores públicos y privados,  paguen a sus trabajadores una justa retribución; y ofrezcan a sus usuarios  precios equitativos y calidad respetuosa de la dignidad del ser humano.

Que los intermediarios financieros sean transparentes, cobrando unos servicios razonables, mientras  que la equidad entre la tasa de interés que pagan a sus ahorrantes (pasiva) y la que cobren a sus prestatarios (activa) no se eleva por encima del 100%.

Que los trabajadores, de todos los sectores,  eviten los paros laborales, a no ser por situaciones extremas, y rindan sus funciones con sentido de laboriosa en calidad y cantidad de tiempo.

Que el Estado, como rector del bien común, constituya un modelo gerencial, siendo cada funcionario capaz de encarnar dignamente el cargo que desempañe, asumiendo el valor de la equidad:

Equidad laboral de modo que la diferencia entre retribución máxima, que debe ser la del Presidente, no exceda de diez veces la mínima (10:1)

Equidad tributaria: que las cargas tributarias a los consumidores, dentro de los cuales los hay desempleado, no sea mayor que  el  Impuesto sobre la Renta.

Que los gastos corrientes no excedan a las inversiones y que, las financiadas con el crédito se hagan sobre la base de una baja tasa de interés y a condición que se use en su totalidad para financiar proyectos que generen su propia devolución.

La factibilidad de esta propuesta  se hace posible respetando el objetivo fundamental de la Economía que es producir para satisfacer las necesidades de todos y cada uno de los miembros de la sociedad y con una auténtica política económica, cuyo fin es orientar con racionalidad los recursos nacionales a fin de alcanzar el desarrollo en función del bien común


III

E
l comportamiento político humanista de quienes ocupan las funciones estatales en el presente,  no es repetir los errores de los del pasado ni enrostrárselos, sino conocerlos y enmendarlos; del mismo modo que los aspirantes a asumirlas,  en el futuro,  no es atacar de mara apasionada a los funcionarios del presente,  sino señalarles sus yerros y presentarles las soluciones.

FHI, a la luz de una sana política económica y de los requerimientos del país, ha propuesto, de manera reiterativa, una estructura gubernamental con 12 Ministerios, 24 viceministerios, uno técnico y otro administrativo, por cada función, y las direcciones, y otros cargos  necesarios  para la buena marcha del sector público.

Esta racionalidad incluye los otros poderes del Estado,  el cuerpo diplomático, los organismos descentralizados y las empresas estatales.

Las empresas estatales pueden ser mixtas pero sus función es deben tener una estructura unificada.

De lo anterior se desprende, que la CDEEE, puede y conviene que sea mixta, con inversiones mayoritarias del Estado y minoritarias de todos los usuarios, comenzando por los industriales, bajo una dirección en la que converjan tres gerencias de la misma empresa: generación, distribución, y contraloría o supervisión.

La CDEEE es un absurdo económico  revelador de  incapacidad gerencial, falta de voluntad política, crisis de identidad, inadmisible subsidio, antagonismos entre generadores y distribuidores, dependencia del FMI,.

Una gerencia eficiente y eficaz, especialmente aplicable a una poderosa empresa monopolista, que,  por rendir un servicio estratégico , debe ser estatal, no puede ser subsidiada ni dejar pérdidas,  pudiendo   contar con trabadores idóneos , que cada uno encarne la  función a su cargo; cobraría,   ni más ni menos,  cada servicio rendido,  y cumpliría  sus objetivos económicos y sociales.

IV

C
on respecto a la política y a las elecciones, la mejor propaganda  que pueden hacer los candidatos presidenciales es enmendar el error de una campaña costosa y anticipada, despilfarradora  de dinero, y,  sobre todo,  del más importante y menos renovable recurso que es el tiempo.

Otra excelente propaganda,  sería que los partidos se ocuparen de que sus miembros que  ocupen cargos públicos, los desempeñen con eficiencia y honestidad.

Celebrar  la Navidad es esforzarnos  todos, comenzando por la institución educativa, incluyendo a los padres, por educación integral, que no se alcanza solo con un incremento presupuestario,  sino, sobre todo,  asumiendo los valores fundamentales de la convivencia humana, elevándolos al nivel de principios y asumiéndolos como virtud.

La Navidad del 2011 tiene de especial que se cumplen los 500 años del Sermón de Adviento, proclamado con  la autoridad de la comunidad de los dominicos y la elocuencia de Fray Antón de Montesino.

V
C
on respecto a la política y a las elecciones, la mejor propaganda  que pueden hacer los candidatos presidenciales es enmendar el error de una campaña costosa y anticipada, despilfarradora  de dinero, y,  sobre todo,  del más importante y menos renovable recurso que es el tiempo.

Otra excelente propaganda,  sería que los partidos se ocuparen de que sus miembros que  ocupen cargos públicos, los desempeñen con eficiencia y honestidad.

Celebrar  la Navidad es esforzarnos  por educación integral, que no se alcanza solo con un incremento presupuestario,  sino, sobre todo,  asumiendo los valores fundamentales de la convivencia humana, elevándolos al nivel de principios y asumiéndolos como virtud.

La Navidad del 2011 tiene de especial que se cumplen los 500 años del Sermón de Adviento, proclamado con  la autoridad de la comunidad de los dominicos y la elocuencia de Fray Antón de Montesino, lo que significa responder ahora, en el cumplimiento de nuestros deberes, a las preguntas que se hicieron en 1511: ¿con qué derecho, con qué justicia, con qué autoridad. Y Asumir el criterio de que la autoridad para reclamar un derecho es mayor cuando nos anima el cumplimiento del deber correspondiente.

Austeridad es un valor, educar en la austeridad es un principio, practicar la austeridad es una virtud. Vivir  el comportamiento del hogar de Nazaret, integrado por José, María y Jesús, es proclamar con nuestro testimonio, que Navidad es austeridad.

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